Capítulo 5

Abrió los ojos, se encontraba en un cuarto muy pequeño, oscuro y con un montón de objetos que no le permitían casi moverse. Aurora empezó a pensar en dónde se podría encontrar, y tras varios minutos de reflexión cayó en la cuenta: ¡Se encontraba en el cuarto de la limpieza del instituto! Tifanny y las gemelas la habían llevado allí después del desmayo. Seguro que había sido eso. -"¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que me caí al suelo?"- se preguntaba Aurora. Intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada. Esperó menos de un minuto y de repente Tifanny la abrió:
-Espero que hayas aprendido la lección.- le dijo muy seria la chica rubia.
-Sí, sí no volveré a ponerme estos zapatos, si es a lo que te refieres.- contestó Aurora muy nerviosa.
-Eso es, chica lista. No quiero que nadie me copie la ropa, aunque ahora que lo pienso no son iguales porque supongo que no los habrás comprado en París ¿verdad? Seguro que son de un mercadillo barato.- al decir esto Tifanny reía y Aurora bajó la cabeza, estaba a punto de llorar.- Bueno, si vuelves a copiarme el modelito ya sabes lo que te esperá. Y ¿sabes? no te favorecen nada ¡gorda pelirroja! ¡Chaito!- dijo esto y se fue.
Aurora se quedó sin palabras, le había llamado gorda, entre otras cosas. ¿Y si era ese su verdadero problema? ¿Y si en realidad no la aceptaban porque estaba gorda? La chica se empezó a comer la cabeza y en este momento, debido a esta expresión "Gorda pelirroja" la vida de Aurora cambió por completo y para mal.

Capitulo 4

Apenas quedaban cinco minutos para que empezara el recreo. Tifanny no paraba de mirarla malamente. ‘’Seguro que piensa ridiculizarme’’pensó Aurora. Al terminar la clase Aurora fue tan rápida como pudo y salió la primera. Corrió hasta encontrarse aquel banco en el que pasaba todos sus recreos, sola. Abrió su mochila en busca de su libro ‘’Canciones para Paula’’ de Blue Jeans. Tras unos segundos lo encontró. Lo abrió por la página 58, y empezó a leer.

 -¿Qué lees?- Oyó que la preguntaban a su espalda. 

-‘’Canciones para Paula’’.- Respondió sin apartar la vista de su libro. Aurora sabía perfectamente quien la estaba hablando, Nicolás, aquel chico que quiso ayudarla. Aurora notó que se había sentado a su lado. Cerró el libro y preguntó.

-¿Qué quieres?- Se giró y miró aquellos ojos color miel, por un momento se quedó hipnotizada. 

- Nada, solo quería hablar contigo.- ‘’ ¿Hablar conmigo?’’ Pensó, ‘’Nadie quiere hacerlo’’ 

-Me tengo que ir.- Aurora dijo esto, se levantó y se fue.

Iba caminando por el patio, absorta en sus pensamientos, por lo que no la vio y se chocó con ella, Tifanny.
-¡¿Pero eres tonta?!- La gritó, levanto la vista y vio a Aurora.- Aurora…- La piso los zapatos nuevos. Aurora hizo ademan de irse, pero Tifanny le puso la zancadilla y calló al suelo. Oía como Tifanny y sus ‘’secuaces’’ no paraban de reírse. Su vista se estaba nublando, apenas veía, después todo se volvió negro.

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Capítulo 3

Es un martes cualquiera de una semana cualquiera de primavera. Sigue haciendo un calor poco normal en esa época en la ciudad de Santander. Aurora como todos los martes entra en el instituto y se sienta de forma rápida en la mesa y saca el material para matemáticas (al igual que el resto de la clase) ya que el profesor suele llegar algo antes de que toquen el timbre y todos los alumnos deben estar preparados para empezar a trabajar.

Una clase aburrida, como todas las que da el Señor García. Aurora está distraída mirando por la ventana, se aburre, y el profesor se da cuenta: -Señorita Delgado- llamó a Aurora. –Ehh… ¿sí Señor?- contestó nerviosa. –Salga a la pizarra y resuelva la ecuación- le ordenó.  La chica obedeció y mientras avanzaba hacia el encerado una persona de la clase cuyo nombre empieza por “Ti” y termina por “Fanny” la observaba de arriba abajo fijándose en cada detalle de su look primaveral. Aurora vestía (como de costumbre) con colores coral ya que le favorecía mucho gracias a su blanca piel como la nieve y su pelo anaranjado. Llevaba unos pitillos rosa palo,  casi blanco y un jersey fino algo más oscuro, por último vestía unos zapatos a tono con el conjunto. Este último detalle fue lo que enfureció a Tifanny ya que ella llevaba unos del mismo estilo y prácticamente el mismo color.

La hora del recreo estaba al caer y Aurora no sabía lo que le esperaba.

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Capítulo 2

Las once menos cuarto de la mañana, tercera clase, inglés, despúes de un duro recreo:
Se encontraba llorando en el baño, Tifanny la había insultado de mil maneras. Al parecer el fin de semana la había cambiado a mal. “Aurora, Aurora” oía que la llamaban. Pensó que sería la insoportable de Tifanny, pero no, era una voz de chico. Decidió salir, y limpiarse la cara. Se miró por unos instantes en el espejo. Observó sus ojos rojos. Después empezó a bajar la vista y divisó un gran moratón en el hombro. “-Debería empezar a llevar camisetas de manga larga-pensó Aurora. “Aurora, Aurora” entonces se acordó de que la estaban buscando. Salió del baño y se encontró con un chico, tenía el cabello de un color castaño oscuro, y ojos color miel, era de estatura media.
–Aurora…- dijo el chico.
–Sí, ¿Quién eres?- su voz era apenas audible, pero el chico la oyó.
- Soy Nicolás, voy a tu clase de francés.- Aurora asintió. Por un momento se había olvidado de que las clases habían empezado y Nicolás estaba allí con ella. Por primera vez sentía que había encontrado a un amigo.
-¿Qué haces aquí?- Dijo algo cortante.
–Vi lo que te hizo Tifanny, déjame ver.- Cogió su brazo y le remangó la manga de la camiseta.
–Tienes que ponerte hielo.- la aconsejó. Aurora sabía que no podía, sabía que si se lo decía a su madre lo pasaría fatal, y otra manera de ponerse hielo sería imposible. Tifanny la había amenazado para que no contara nada a nadie.
–Deberías irte.- le dijo Aurora- no podría soportar que también se metieran contigo.
 –No me voy a ir.-dijo el chico muy serio.-
 Si tú no te vas, me voy yo.- la chica dijo esto, y se encaminó a su clase.

Capítulo 1

Era un día cualquiera de primavera. Esa mañana hacía más calor de lo normal, un viento cálido del sur movía el pelo rizado de Aurora durante su camino al instituto. La joven iba triste, desilusionada, aburrida; pensaba en lo que le podría hacer Tifanny ese día: -"¿Pegarme, ridiculizarme ante toda la clase?"- se preguntaba.
Eran las ocho y cuarto de la mañana (todavía quedaba media hora para que empezara la jornada) y Aurora se encontraba a escasos metros del instituto; todavía no quería toparse con ningún compañero y mucho menos con su acosadora, por lo que decidió retroceder un poco hasta llegar a un banco. Se sentó allí y como la mayoría de los días, deseó que durante esas seis horas de clases, apareciera un niño, un compañero que quisiera ser su amigo, un compañero que lo cambiaría todo.

Sinopsis

Llegó el momento. Sí, llegó el momento. Os preguntaréis qué es lo que ocurre, de qué momento estoy hablando, bueno pues es muy sencillo, llegó la hora de contar una historia, una historia verdadera, que cada día puede pasar en cualquier escuela, cualquier instituto, cualquier trabajo… Leed atentamente:

Aurora, una preadolescente santanderina de trece años, inteligente, trabajadora, aplicada, guapa, no demasiado alta, de pelo color mandarina y ojos verdes; era hija única y sus padres le daban muchos caprichos a pesar de que ella era una chica muy conformista y nada soberbia. ¿Parece una vida perfecta verdad? Pues no lo era ya que en el instituto Aurora sufría, sufría… ¿cómo decirlo…? Un cierto abuso escolar.